Petrolero está a punto de declararse en quiebra

La directiva de Petrolero de Yacuiba envió una nota al Comité Cívico de esa ciudad en la que solicita una reunión urgente en el plazo de 48 horas; también le anuncia que se encuentra en estado de emergencia y anticipa que si no es escuchada su solicitud, el club se declarará en quiebra por los problemas económicos y las deudas que le agobian en este momento.

En la nota remitida a Nery Zurita, presidenta del comité, el club chaqueño hace conocer que atraviesa un momento complicado por la falta de pago de salarios a los futbolistas, de los alquileres pendientes, de los impuestos internos del club, las deudas por transportes y otras obligaciones, lo que derivó ayer en la renuncia de su presidente Florencio Vargas.

Los pocos dirigentes que quedaron en el cuadro chaqueño recordaron que acaba de concluir el torneo liguero Apertura, en el que terminaron con muchas deudas y a menos de 20 días para comenzar el certamen Clausura, la situación económica de la entidad deportiva sigue crítica y en profunda crisis. “Nos encontramos con deudas de dos meses de sueldos a los jugadores, sin un cuerpo técnico definido y lo más lamentable y doloroso, sin el apoyo de nuestras autoridades electas por la población”, dice una parte de la misiva.

El objetivo es que en el transcurso de las próximas 48 horas se reúna a las cerca de 60 instituciones de Yacuiba entorno al comité para que éstas puedan manifestarse para apoyar al único representante yacuibeño en la Liga profesional.

“Estamos en estado crítico, mi persona aceptó seguir siempre y cuando se tenga apoyo, pero hasta ahora no hubo colaboración y por eso yo no puedo continuar, porque estoy solo. He intentado conseguir recursos, pero no es fácil. Inicialmente acepté porque se trata de Yacuiba, pero no hay respuesta ni apoyo, entonces así uno no puede continuar”, aseguró Vargas en un breve contacto.

Junto a Vargas, además renunció Miguel Colque, hasta ayer secretario general del club, quien también argumentó la falta de apoyo local. En tanto, el dirigente Carlos García, uno de los pocos que queda, dijo que la situación se hizo bastante insostenible y que no tienen otra opción que acudir a las autoridades locales.

Lamentó que desde hace tiempo se gestionaron aportes de la Gobernación de Tarija, pero las mismas no fueron desenbolsadas y a ello se sumó que tampoco se efectivizaron otros recursos para el club, como algunos dineros de la Federación Boliviana de Fútbol, debido a la crisis que ésta atraviesa. “Contactamos al hijo de Federico Ibarra, nuestro presidente fundador, pero nos informó que él está en Chile donde fue operado y es casi imposible que reasuma la conducción”, aseguró el directivo García.

También se vio como opción nominar al empresario Santos Rengifo, pero no se tuvo respuesta. “El club está a la deriva por todo lo que está pasando actualmente”, sentenció. El cuadro chaqueño compitió por primera vez en la Liga en la temporada 2012-13, descendió inmediatamente, y volvió al seno liguero en 2014-15 con una discreta campaña.

Los datos

Sin presidente

La renuncia de Florencio Vargas dejó acéfala la presidencia y sin una cabeza visible para hacer frente a la crisis.

Sin técnico

Desde la salida del  paraguayo Celso Ayala y el interinato de Santos Amador, el plantel no tiene conductor.